2.5. Motor eléctrico

Recientemente han surgido automóviles movidos por motores eléctricos que cada vez más incrementan su presencia en el sector de la automoción.

Una de las principales ventajas del motor eléctrico es la simplicidad de su sistema regulador de velocidad. El conductor solo debe preocuparse de accionar el pedal del freno o del acelerador (que podrían integrarse en un solo elemento lo que facilitaría su uso a discapacitados).


Imagen 17. wikipedia. Creative commons

 

El controlador, constituido por reguladores y amplificadores, regula el consumo de la corriente eléctrica almacenada en la batería hacia el motor.

Allí es donde se convierte la energía eléctrica en mecánica. El reductor aumenta el par disminuyendo la velocidad de giro y manteniendo la potencia mecánica constante. El diferencial distribuye esta potencia a cada una de las ruedas motrices.

Estos motores tienen la característica de que pueden funcionar como generador y recuperar la energía cinética de vehículo, en el caso de que se invirtiese el sentido de la corriente del motor, como ocurre durante el proceso de frenado, por lo que no son necesarios los frenos habituales de fricción, excepto para aparcar.

El empleo del motor eléctrico provocaría un efecto descontaminante en las ciudades ya que al no haber combustión tampoco se producen emisiones de gases de escape. Además tiene la ventaja de que es mucho más silencioso que sus posibles competidores.

El motor eléctrico es mecánicamente mucho más simple, no dispone de embrague ni caja de cambios, por lo que tiene muchas menos piezas que uno de cuatro tiempos, lo que hace que desde este punto de vista sus costes de mantenimiento y reparación sean muy inferiores a los otros tipos de motor.

El inconveniente fundamental es su baja autonomía, que obliga a baterías muy grandes y pesadas (aunque cada vez se fabrican más livianas y con mayor rendimiento) y a la necesidad de recarga de éstas, a día de hoy todavía no exístela infraestructura adecuada de una red de abastecimiento de energía eléctrica como para recargar los vehículos.

Otro inconveniente significativo es su elevado precio de coste, aunque las empresas productoras de automóviles han optado por esta vía y todos los grandes fabricantes tienen líneas de investigación en este campo y han desarrollado prototipos, empezando a aparecer vehículos híbridos, que permiten elegir la opción de funcionamiento del motor alternativo de cuatro tiempos para su uso en carretera, la opción motor eléctrico para su uso en ciudad.

Actualmente estos modelos presentan precios muy elevados que no les hace competitivos, aunque parece que es el futuro inmediato de la industria del automóvil.