3. Oxidación y corrosión
El protagonista de nuestra historia decía que había
una cosa que le llamaba la atención: que la estructura metálica del
puente apenas estuviese oxidada.
¿Qué significa que un material o una estructura se oxide? ¿Por qué se oxida? ¿Qué consecuencias tiene? ¿Cómo podemos evitarlo?
Todo eso lo iremos aprendiendo a lo largo de este tema.
En el caso de los materiales metálicos, la humedad y el oxígeno del
aire, los van oxidando, pudiendo este ataque acabar destruyéndolos. A
este fenómeno se le denomina oxidación y corrosión, mientras que en los materiales poliméricos se denomina degradación.
Puede entenderse como la tendencia general que tienen los materiales a
alcanzar su forma más estable o de menor energía interna.
La corrosión es un fenómeno espontáneo que afecta prácticamente a todos
los materiales procesados por el hombre. Es una oxidación acelerada y
continua que desgasta, deteriora e incluso puede afectar la integridad
física de objetos y estructuras. Esta degradación de los materiales
puede llegar a provocar interrupciones en los procesos
de fabricación de las empresas, reducción en la eficiencia de los
procesos, contaminación ambiental, pérdida de productos, mantenimientos
muy costosos y la necesidad de rediseñar equipos y procesos
industriales.
La industria de la corrosión, entendida como todos los recursos
destinados a estudiarla, prevenirla y combatirla, mueve anualmente miles
de millones de euros.
Se estima que los países industrializados dedican alrededor del 4% de
su PIB (Producto Interior Bruto) a los gastos inherentes a los daños
por corrosión; solamente hablando del acero, de cada diez toneladas
fabricadas por año se pierden dos y media por corrosión.
Por esta razón, cada día se desarrollan nuevos recubrimientos, se mejoran los diseños de piezas y estructuras, se crean nuevos materiales, se sintetizan mejores inhibidores, en un esfuerzo permanente por minimizar el impacto negativo de la corrosión.
Actividad
Oxidación o corrosión:
Reacción química de un material, normalmente metálico, con la humedad y el oxígeno atmósferico por la cual se modifica su estructura y propiedades físicas.
Pre-conocimiento
El 28 de abril de 1988 un boeing 737 de de 19 años de antigüedad de la
aerolínea hawaiana Aloha sufrió la rotura de gran parte de su fuselaje a
24.000 pies de altura, el piloto consiguió aterrizar en una isla
próxima, evitando una enorme catástrofe. La investigación posterior del
accidente comprobó como la corrosión producida en los remaches del
fuselaje generada en este caso por la filtración y el estancamiento de
agua en las junturas (corrosión por hendidura), fue la causa que provocó
su rotura.
Imagen 08. Blogspot. Creative Commons |
Puedes ver un interesante documental del National Geographic Channel
sobre este accidente que cambio el mundo de la aviación pulsando en el
siguiente enlace: