Nos movemos por el Espacio: Caminando entre vectores


 

Coches
1. Circulación de coches. Imagen obtenida del Banco de imágenes del ITE

Mirando a nuestro alrededor encontramos matemáticas en todo aquello que nos rodea: nuestra altura, nuestro peso, la velocidad a la que caminamos, el dinero que manejamos, la cantidad de agua que bebemos, etc.

Muchas de estas cantidades nos expresan con su valor todo lo que necesitamos conocer sobre ellas. Así, por ejemplo, si bebemos cada día 2 litros de agua ya tendríamos toda la información necesaria y no nos quedaría ninguna duda respecto de esa cantidad. Sin embargo, existen otras medidas cuya cantidad numérica no representa toda la información que pretende representar a priori. Por ejemplo, si indicamos que la velocidad de un coche es 22km/h, nos falta más información que esa velocidad nos puede proporcionar como la dirección en la que va el vehículo o si va marcha atrás o hacia adelante. Igual pasa por ejemplo cuando intentamos mover una caja. Para moverla debemos aplicarle una fuerza evidentemente. Pero, si indicamos que la fuerza es de 12Kp, solamente nos informa de la cantidad de fuerza que se aplica. Nuevamente la información sobre la fuerza que aplicamos es más rica ya que podemos indicar en que dirección se la aplicamos al objeto y si es empujando o tirando del objeto.

En un caso práctico, supongamos que nos indican que un coche va a 100 km/h por la carretera que observamos en la imagen de la izquierda. Ya ves, te quedarías igual que si no te hubieran dado la información. Sin embargo, si nos indicaran que va a 100 km/h por la autovía A66 en sentido Gijón tendríamos toda la información que nos puede dar la velocidad.

Otro caso práctico lo tendríamos si en la información sobre el tiempo nos informaran de que la velocidad del viento será 90 km/h. La verdad es que de poca ayuda nos sirve. Sin embargo, observamos que en la información nos indican que la velocidad del viento será de 90 km/h en dirección sur, por ejemplo, que es la auténtica información que nos proporciona la velocidad.

Podríamos seguir poniendo ejemplos con otras cantidades que nos son más cercanas y no somos conscientes de toda la información que nos aportan, como puede ser el peso, que es una fuerza que ejercemos con nuestro cuerpo hacia abajo.