Es de sobra conocido que la línea recta es el camino más corto entre dos puntos. Los sabios de la antigüedad como Arquímedes o el mismo Euclides (autor de "Los Elementos"), le otorgaron mucho valor a este simple objeto geométrico.

Todos buscamos minizimar el camino para conseguir llegar a algo. Las autopistas/autovías que son las carreteras donde podemos circular a mayor velocidad intentan conseguir al máximo una trayectoria rectilínea, las vías de un tren, ...

E incluso, consejos como "ándate derechito" o "ve derecho por la vida sin desviarte en tu camino", lo habremos oído más de una vez de boca de nuestros familiares mayores. La recta es la traza que vamos dejando en nuestras vidas, es un surco que vamos construyendo día a día.

Pero, lo realmente llamativo es que su semilla, su nacimiento, se produce en un punto que, finalmente, se propaga de manera infinita en una determinada dirección. Esa es precisamente la idea que transmite el siguiente poema y que nos permite introducirnos en este punto del tema.

La ecuación de una recta es una expresión analítica que permite identificar todos los puntos de la recta y conocer sus coordenadas.

Vamos a determinar la ecuación de una recta, a partir de un punto, , que pertenezca a ella y de un vector director, , que esté en la dirección de la recta.