El camino más corto: 180º de historia nos contemplan

¡Qué agradecido estoy a mi gran maestro Eratóstenes!

El trabajo fue tedioso, y el camino largo, pero la recompensa cuantiosa. Recibí a cambio un trozo de tierra a las orillas de nuestro Gran Río. Son tierras fértiles que nos permiten sobrevivir con una buena plantación de cebada y trigo. Sin embargo, los Dioses no están con nosotros. Después de la última gran riada hemos perdido las marcas del terreno, y tengo la sensación de que mis amadas propiedades han menguado.

RÍO NILO por Bibiana Balboa CC by-nc 2.0.

He decidido visitar a mi antiguo maestro, ya que su sabiduría es conocida más allá de los Desiertos.

-Sinuhé, iré contigo, pero mi tiempo es demasiado valioso para tener que repetir mi viaje a las tierras Bajas todos los años. Una vez que lleguemos allí, presta atención a lo que voy a enseñarte, pues te será de gran utilidad para ahorrarte disputas territoriales.

-Maestro, permítame que le guarde y lleve sus utensilios de medición, como en los viejos tiempos.

-¡Ay, mi querido Sinuhé! Para este viaje sólo necesitaré esa cuerda de 12 nudos.

Creo que el Gran Maestro, se hace mayor. Nunca entendí lo del viaje a Sienna, pero no comprendo cómo va a ayudarme con una simple cuerda…

Después de varias jornadas de viaje, llegamos a mis humildes tierras. Él se adentró en mis propiedades, yo me quedé mirando como él me indicó. Veía cómo dibujaba sobre mis arados figuras perfectas, con la única ayuda de esa mágica cuerda.

-Sinuhé, has observado y has aprendido, pero no has comprendido. La cuerda no es mágica. Mágica es la figura que describe, ya que una vez que hemos establecido uno de sus lados, los otros dos sólo pueden coincidir en un punto. Además, con estas medidas en concreto, siempre obtendremos ángulos rectos. Un triángulo falla menos que vuestros bien amados rectángulos… Recupera tu tierra, y comparte con tus paisanos este sistema llamado Triangulación, os ahorraréis multitud de problemas…

¡Qué agradecido estoy a mi gran maestro Eratóstenes!