3.2. Oligopolio
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Fotografía de elaboración propia |
El oligopolio es un mercado de competencia imperfecta en el que hay muchos demandantes pero pocos vendedores que tienen capacidad para influir en el precio o la cantidad producida. Es decir, los productores no son precio-aceptantes, lo que genera, al igual que en el monopolio, una situación de abuso en la que se incrementan los beneficios de las empresas a la vez que se perjudica al consumidor.
Las causas para la existencia de oligopolios son similares a las que hemos visto en el apartado anterior en relación a los monopolios salvo que, en este caso, no se crea una sóla empresa sino dos (duopolio) o más:
- Control de la producción o distribución de una materia prima, bien o servicio: unas pocas empresas pueden copar la mayoría o la totalidad de la oferta de un producto como puede ser el caso de la producción de petróleo, las multinacionales que controlan el mercado de materias primas y productos agrícolas o la prestación de servicios financieros y bancarios.
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Elevados costes fijos para iniciar la actividad económica: la necesidad de grandes inversiones iniciales limita a una pocas empresas el número de oferentes de algunos bienes. Por ejemplo, la industria automovilística ha sido acusada en algunos momentos de llevar a cabo prácticas oligopolísticas.
- Existencia de barreras legales: existen determinados sectores que se encuentran regulados por el sector público en cuanto al número de productores de un bien o servicio que pueden operar. Por ejemplo, en el campo de la telefonía móvil las empresas que quieren entrar en el mercado necesitan una licencia pública previa.
Verdadero Falso
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Fortografía de elaboración propia |
Como en estos mercados suele operar un reducido número de grandes empresas -cada una de las cuales tiene un porcentaje significativo de cuota de mercado- se plantea una situación de interdependencia mutua o estratégica, es decir, las acciones y decisiones de una empresa afectan a las demás.
Por lo tanto, las empresas tratan de determinar sus precios basándose en las previsiones de su función de demanda, es decir, en lo que esperan vender, pero también teniendo en cuenta las posibles reacciones de sus rivales.
Esta interdependencia genera una alta dosis de incertidumbre ante la cual el comportamiento de las empresas que funcionan en un oligopolio puede ser:
- Tratar de adivinar las acciones rivales y diseñar estrategias en consecuencia: requiere un constante análisis del estado y evolución del mercado que no siempre puede anticiparse. Existe una gran cantidad de estudios englobados en lo que se conoce como teoría de juegos, que intentan sistematizar el comportamiento de diferentes empresas ante distintos escenarios y las posibles reacciones de los competidores.
La Teoría de Juegos.
El oligopolio es un tipo de mercado que ilustra con claridad las situaciones de competencia. Cuando se compite, las actuaciones que realizan unas empresas van a tener consecuencias sobre sus rivales. Por ejemplo, si una empresa baja los precios para incrementar sus ventas, esto afectará a las otras empresas que probablemente reaccionarán bajando también los suyos. Así podemos observar como a través de la cooperación todas pueden salir beneficiadas, manteniendo sus precios y beneficios, en perjuicio de los consumidores.
En el caso citado, iniciar una "guerra de precios" puede hacer que todas las empresas vean disminuir sus beneficios. Todos estos aspectos se estudian a través de la teoría de juegos, que demuestra cómo los beneficios que puede obtener una empresa no sólo dependen de lo que ella pueda hacer, sino también de lo que hagan sus competidores. Así, podemos encontrar tres tipos de comportamientos por parte de las empresas:
- Cooperar: los vendedores se ponen de acuerdo para no competir entre ellos y así todos se benefician.
- No cooperar: cada empresa establece su estrategia sin contar con la reacción de las demás: esto les supone un peor resultado.
- También puede ocurrir que después de haber llegado a un acuerdo previo, alguna empresa decida no cumplirlo, esperando así obtener un beneficio adicional, pero esto suele llevar a que las demás empresas sigan esta estrategia y al final todas salgan perjudicadas.
- Iniciar "guerras de precios" para incrementar la cuota de mercado: la estrategia más lógica para conseguir quitar clientes a los competidores puede consistir en bajar los precios, pero si automáticamente todas las empresas bajan su precio en la misma proporción, el resultado final será que la cuota de mercado de las empresas no se verá modificada y disminuirán sus ingresos. Puesto que en este caso los únicos que se verán favorecidos serán los consumidores, las empresas tienen incentivos para evitar estas guerras llegando a acuerdos de mercado.
- Crear cárteles: la cooperación se puede traducir en acuerdos explícitos entre empresas que se reparten el mercado actuando como si se tratara de un monopolio y perjudicando por tanto al consumidor. Los acuerdos colusivos o cárteles pueden suponer el reparto de zonas geográficas, de cuotas de producción o directamente la fijación de cantidades y precio de mercado. Los acuerdos a los que llegan los países exportadores de petróleo reunidos en la OPEP son una muestra muy clara de este tipo de acuerdos para el caso del precio y los barriles de crudo.
- Seguir al líder: puede darse el caso de un oligopolio en el que exista una empresa dominante que ejerce el liderazgo de precios, de manera que, por tener suficiente poder, fija un precio que es seguido por las demás empresas del sector.
Sube el precio para que lo suban las
demás empresas.
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Baja
el precio para aumentar sus ventas y, con ello, ganar cuota de mercado a costa de otras empresas del
mercado.
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Sube
el precio para poder aumentar los costes y, con ello, expulsar a otras empresas del
mercado.
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Baja
el precio de manera pactada con las demás empresas.
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Fotografía de elaboración propia |