Además de las medidas administrativas, es necesario un compromiso individual que se adquiere mediante una adecuada educación medioambiental y en el que se valore el desarrollo sostenible y el reparto equitativo de la riqueza.

El concepto de Educación Ambiental se establece en los años 70, ante la necesidad de redefinir el concepto de desarrollo, y establece una serie de objetivos para mejorar las relaciones ecológicas, y que la población mundial se interese por el medio ambiente y cuente con conocimientos, y aptitudes para trabajar individual y colectivamente en la búsqueda de soluciones a los problemas actuales.

La educación ambiental surge, por tanto, como una herramienta necesaria para cambiar el rumbo y dirigirnos hacia un desarrollo sostenible.

Su principio es aplicar un enfoque interdisciplinario, histórico, con un punto de vista global, atendiendo a las diferencias regionales y considerando todo desarrollo y crecimiento en una perspectiva ambiental.

Actualmente se desarrollan una Educación Ambiental Formal en las aulas, mediante la integración de contenidos relacionados con la capacidad de integración con el medio, y mediante planes y programas educativos. También se desarrolla una Educación Ambiental no Formal llevada a cabo por Ayuntamientos y Asociaciones o entidades ecologistas, para extender esta educación a personas adultas y diferentes colectivos y situaciones, aplicando el principio de promover actuaciones locales. El objetivo es crear conciencia "ecológica".

La preocupación ambiental no sólo es recogida por organizaciones gubernamentales sino también a través de movimientos conservacionistas de carácter no gubernamental cuyo objetivo primordial es la protección de la naturaleza.

Existen múltiples grupos que coinciden en esta preocupación, de ellos podemos destacar en España: Greenpeace, ADENA, Ecologistas en acción o Amigos de la Tierra.

Greenpeace es una organización ecologista internacional. Comenzó su actividad en torno a la defensa del mar, aunque actualmente su objetivo es más amplio: proteger y defender el medio ambiente y la paz, interviniendo en aquellos puntos del Planeta donde consideran que se cometen atentados contra la Naturaleza.

Ecologistas en Acción forma parte del llamado ecologismo social, que entiende que los problemas medioambientales tienen su origen en el desarrollo insostenible, del que derivan también otros problemas sociales. Para ello realiza campañas de sensibilización así como denuncias públicas contra aquellas actuaciones que dañan el medio ambiente.

ADENA (Asociación para la Defensa de la Naturaleza). La forma de trabajar de Adena se centra más en proyectos de conservación y educación ambiental, en contraste con las otras dos grandes organizaciones, que trabajan más la denuncia (a escala mundial o local). Su logotipo, el Panda gigante, se ha convertido en un icono que la opinión pública identifica con la conservación de la naturaleza.

Amigos de la Tierra. Asociación ecologista con la misión de fomentar el cambio local y global hacia una sociedad respetuosa con el medio ambiente, justa y solidaria.

Con motivo de la Cumbre de la Tierra en 2002, Naciones Unidas hace un llamamiento acerca del desmesurado consumo de los países industrializados: “Las principales causas de que continúe deteriorándose el medio ambiente mundial son las modalidades insostenibles de consumo y producción”.

Consumir de forma responsable significa elegir los productos y servicios no sólo por su calidad y precio, sino valorando también su impacto ambiental y la actitud social de las empresas que los producen.

También implica consumir menos, sólo lo necesario, siendo críticos ante la publicidad de productos superfluos.

Como ya hemos visto en anteriores temas, uno de los principios de la agricultura y ganadería sostenible consiste en elegir productos cercanos, para contribuir a la economía local, controlar las condiciones de producción en el origen, y minimizar la contaminación por el transporte de mercancías. Estos principios son también aplicables a la mayoría de productos que consumimos.