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Puerto de San Petersburgo
 Imagen de ccordoba bajo licencia Creative Commons

En la sociedad actual en la que vivimos optimizar, maximizar beneficios y minimizar costos, es una expresión cotidiana en el mundo laboral y empresarial; que afecta de manera directa e importante a nuestras vidas.

George B. Dantzig
Imagen de la University of St. Andrews, Scotland

A las empresas de distribución de mercancías (materias primas, productos de consumo), reparto de paquetería, transporte de viajeros,... se les plantea el problema diario de la logística, es decir, asignar conductores, vehículos, rutas, horarios, mercancías, ... y conseguir la distribución óptima, puede suponer un ahorro importante de dinero y por lo tanto un mayor beneficio empresarial.

Este problema, que en algunas empresas forma parte de su organización diaria, puede llegar a tener un número muy alto de variables (miles en algunos casos) y las matemáticas nos ayudarán a resolverlo.

A esta rama de las matemáticas se le llama Programación Lineal y está contenida dentro de otra más amplia denominada Investigación Operativa, encargada básicamente de ayudar en la toma de decisiones utilizando métodos cuantitativos.

Aunque ya se habían estudiado problemas de optimización con anterioridad, podemos decir que la Programación lineal surge durante la Segunda Guerra Mundial. Las matemáticas ayudan al ejército a la hora de la intendencia, minimizando costes; así como a entorpecer este reparto en las filas enemigas.

En 1947 George Bernard Dantzig, matemático americano, ideó el método del SIMPLEX para resolver los problemas de programación lineal usando un algoritmo que es posible implementarlo en ordenadores.

Icono IDevice Para saber más

Como ves la historia de la programación lineal es bastante reciente. Aquí tienes dos enlaces que te ampliarán un poco más sus comienzos.

Origen de la programación lineal

Wikipedia 


Icono IDevice Curiosidad

Un hecho real en la vida de Dantzig dio origen a una famosa leyenda urbana en 1939, mientras él era un estudiante graduado en Berkeley. Cerca del comienzo de una clase a la que Dantzig llegaba tarde, el profesor Jerzy Neyman escribió en la pizarra dos ejemplos famosos de problemas estadísticos no resueltos. Cuando Dantzig llegó más tarde a clase, pensó que los dos problemas eran tarea para la casa y los escribió en su cuaderno. De acuerdo con Dantzig, los problemas "le parecieron ser un poco más difíciles de lo normal", pero unos pocos días después obtuvo soluciones completas para ambos, aún creyendo que estos eran tareas que debía entregar. Seis semanas después, Dantzig recibió la visita de un excitado profesor Neyman, quien había preparado una de las soluciones de Dantzig para ser publicada en una revista matemática. Años después otro investigador, Abraham Wald, se preparaba para publicar un artículo en el que llegaba a la conclusión del segundo problema, y en este artículo incluyó a Dantzig como coautor.

Esta historia comenzó a difundirse, y fue usada como una lección motivacional demostrando el poder del pensamiento positivo. A través del tiempo el nombre de Dantzig fue removido y los hechos fueron alterados, pero la historia básica persiste en la forma de un mito urbano.