4. Los años 50 y el surgimiento de la poesía social

Pregunta de Selección Múltiple
Imagen 5. Autor: rioabajovoy.bajo CC.
			
			

Incluso ejercía de profesor erudito de literatura y yo le escuchaba embobado.

—Desde la poesía desarraigada, superando la angustia existencial, y desde un punto de vista político-social, algunos poetas comienzan, a partir de los años 50, a hacer una poesía comprometida. En 1954, otro poeta del 27, Vicente Aleixandre va a marcar esta tendencia social con Historia del corazón, y muchos otros van a seguirlo, como Blas de Otero con Pido la paz y la palabra o Gabriel Celaya con Cantos íberos, ambos de 1955.

Leamos este poema de Blas de Otero y reflexionemos sobre él a través de algunas cuestiones:

Aquí tenéis, en canto y alma, al hombre
aquel que amó, vivió, murió por dentro
y un buen día bajó a la calle: entonces
comprendió: y rompió todos su versos.

Así es, así fue. Salió una noche
echando espuma por los ojos, ebrio
de amor, huyendo sin saber adónde:
a donde el aire no apestase a muerto.

Tiendas de paz, brizados pabellones,
eran sus brazos, como llama al viento;
olas de sangre contra el pecho, enormes
olas de odio, ved, por todo el cuerpo.

¡Aquí! ¡Llegad! ¡Ay! Ángeles atroces
en vuelo horizontal cruzan el cielo;
horribles peces de metal recorren
las espaldas del mar, de puerto a puerto.

Yo doy todos mis versos por un hombre
en paz. Aquí tenéis, en carne y hueso,
mi última voluntad. Bilbao, a once
de abril, cincuenta y uno.
Blas de Otero

¿Cuál es su tema?

La evolución de su poesía desde la angustia personal hasta el compromiso social.
La vida misma del poeta.
Su cambio de estética poética.



¿En cuántas partes puede estructurarse el poema?
El poema es un todo y no se observan partes en él.
En tres partes, de acuerdo a un planteamiento inicial y un desenlace final.
En cada una de las estrofas, pues introduce un elemento nuevo.



Por último una cuestión estilística. ¿Acompaña la sencillez de su lenguaje a la profundidad de su contenido?
Sí, pues pretende explicar un sentimiento común en muchas personas.
El lenguaje del texto es aparentemente sencillo, pues el nivel de metáforas y símbolos que aparecen acompaña su complejidad temática.
No, y ese es uno de los problemas que dificulta la comprensión global del texto.



Icono IDevice Actividad

Las características esenciales de este movimiento social se pueden resumir en:

  • El poeta es solidario con las peresonas que sufren por las injusticias sociales.
  • Se compromete con los problemas del mundo.
  • Del cual todos formamos parte: nadie es neutral ante las injusticias.
  • Por ello, se supera la expresión individualista existencial para centrarse en temas como España, la injusticia social, la alienación y el anhelo de libertad.
  • Se obvian las cuestiones estéticas: el objetivo es llegar a la "inmensa mayoría" con un lenguaje claro, sencillo y un tono coloquial, a pesar del peligro de caer en el prosaísmo.

Icono IDevice Pre-conocimiento

Uno de los problemas que encuentran los poetas sociales para publicar su obra es sortear las prohibiciones de la censura. Muchos de ellos optan por la autocensura, adulterando parte del texto para evitar que una palabra o una frase ponga en peligro toda la obra. Es el caso de Blas de Otero: hay constancia de ello a través de la correspondencia que mantenía con su editor. Así, en alguno de sus poemas de Pido la paz y la palabra propone ciertos cambios: "misteriosas" por la forma original "religiosas", por la evidente mención a los vencedores en la relación que se establecía entre las "sandalias religiosas" y el "laurel asesino":

"Días de hambre, escándalos de hambre,
religiosas [misteriosas] sandalias
aliándose a las sombras del romero
y el laurel asesino. Escribo y callo."

Y en otro lugar propone el cambio "sol" por "Dios", aunque el significado global del texto se complica:

"Huyo del hombre que vendió su hombría
y suena con un Dios [sol] que arrime el hombro
a la muerte. Sin Dios [sol], él no podría
aupar un cielo sobre tanto escombro."

Icono IDevice Objetivos
Los años 50 están, efectivamente, determinados por la poesía social, aunque también se va a encontrar el germen de la renovación poética posterior. Sus dos grandes figuras van a ser Blas de Otero y Gabriel Celaya.