6. La internacionalización de la empresa española

La empresa española ha experimentado un proceso de crecimiento internacional acelerado durante las dos últimas décadas. Mientras que a mediados de los años ochenta eran pocas las empresas españolas que contaban con una presencia estable en el extranjero, en 2006 eran 1.870 las que habían establecido plantas de producción, abierto oficinas de venta, adquirido una empresa extranjera, firmado una alianza estratégica, obtenido algún tipo de licitación pública o participado en un concurso o licitación internacional.

 

Gracias a estas iniciativas empresariales, España se había convertido ese año en el undécimo inversor más importante del mundo en términos acumulados, con un total de 381.000 millones de dólares, muy cerca del nivel de Japón, Bélgica y Canadá. Hasta 1985, las empresas españolas habían invertido solamente unos 4.500 millones de dólares.

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El ingreso de España en la Comunidad Económica Europea el 1 de enero de 1986 puso en marcha un proceso de cambio empresarial impulsado por la apertura comercial, la desregulación de los mercados de bienes y servicios, la modernización del sistema financiero y bancario y la llegada de grandes inversiones extranjeras. La empresa española reaccionó a principios de los noventa, ya en marcha el mercado único, sobre todo en los sectores de infraestructuras y servicios. A partir de entonces las empresas españolas se lanzaron al exterior buscando oportunidades de crecimiento cada vez menos frecuentes en España debido a la saturación del mercado y a la creciente competencia internacional.

Empresa internacionalizada

Imagen 11. Fuente: Elaboración propia.
  • Factores y criterios de internacionalización.

La teoría de la empresa multinacional afirma que la expansión internacional de la empresa se produce en función de dos factores fundamentales.

El primero es el grado de similitud con el país de destino en términos culturales, políticos, sociales y económicos de destino. Normalmente, las empresas deciden establecerse primero en los países más similares a su país de origen puesto que en ellos será más sencillo operar.

 

El segundo factor se refiere al grado de control y la cantidad de recursos que la empresa asigna a su establecimiento en el país de destino. Las empresas prefieren comenzar su expansión contando con socios locales y sin comprometer grandes cantidades de recursos. Una vez que acumulan experiencia, aumentan el grado de control y el volumen de inversión en sus establecimientos en el extranjero.

 

  • La internacionalización empresarial española por áreas geográficas.

Vemos así cómo la Unión Europea de 15 miembros (UE15) y América Latina han sido los principales destinos de las operaciones e inversiones de las empresas españolas desde 1986 a la actualidad. Los diez principales países de destino de las operaciones internacionales, en orden decreciente, son Portugal, EE UU, México, Francia, Argentina, Brasil, Italia, China, Chile y Alemania. No debe resultar extraño que países relativamente pequeños, pero cercanos geográfica o culturalmente (como Portugal o Chile, respectivamente) se encuentren encaramados entre los diez primeros.

 

Pese al estereotipo, las empresas españolas se han establecido a lo largo y ancho del mundo. Para ello han empleado distintos instrumentos y estrategias: adquisiciones, filiales, joint ventures, participación en concursos y licitaciones, obtención de concesiones administrativas y alianzas.

 

  • La internacionalización empresarial española por sectores.

Con leves altibajos a lo largo de los años, aproximadamente un 60 por 100 de las operaciones de inversión en el exterior se realiza en actividades de servicios, un 25 por 100 en actividades industriales, un 10 por 100 a la construcción y un 3-4 por 100 a la agricultura, la pesca o la minería. Se trata de una distribución semejante a la composición del Producto Interior Bruto español.

 

Lo más importante es que la internacionalización de la empresa española es un proceso ante el que ninguno de los sectores de actividad de la economía española ha permanecido al margen. Los sectores con mayor número de operaciones son, en orden decreciente, servicios financieros, construcción, agua/electricidad/gas, comercio, servicios a las empresas, alimentación y telecomunicaciones.

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Imagen 12. La economía española en la economía global.
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