El desarrollo y la estrategia empresarial: Las pymes y las grandes empresas

 
 Imagen 1. Elaboración propia

Una vez posicionada en su mercado natural o nacional, la empresa debe decidir si su estrategia de crecimiento pasa por centrar sus esfuerzos en alcanzar el liderazgo en éste, o bien por introducirse en nuevos mercados exteriores. Esta segunda opción promete interesantes oportunidades de negocio, pero también presenta dificultades añadidas de tipo cultural, burocrático, laboral, financiero, e incluso político.

 

En cualquier caso, el conjunto de la actividad económica se comporta como un ecosistema donde las empresas son seres vivos que establecen complejas relaciones con su entorno, el mercado. Este permite, o más bien necesita, la convivencia de empresas pequeñas y grandes que representan estadios diversos de desarrollo. A veces compiten ferozmente y a menudo se complementan, buscando cada una su espacio, llegando a donde la otra no alcanza.

 

De esta manera, aunque a menudo las grandes empresas expulsan del mercado a otras empresas competidoras más pequeñas y por ello menos competitivas, inducen la creación de nuevas pequeñas empresas suministradoras en la misma u otra área geográfica. Por otro lado, algunas de las empresas expulsadas del mercado devorado por la gran empresa pueden sobrevivir adaptando su oferta a nichos de mercado nuevos o mal atendidos hasta ese momento. Hay que subrayar la importancia de la convivencia y competencia entre ambas: las grandes como motores de demanda, renovación e innovación en el mercado y las pequeñas como red más enraizada de la economía, la creatividad y la cultura empresarial de un país.

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"Las microempresas y las pequeñas y medianas empresas (PYME) son el motor de la economía europea. Constituyen una fuente fundamental de puestos de trabajo, generan espíritu empresarial e innovación en la UE y, por ello, son vitales para promover la competitividad y el empleo." Günter Verheugen, Comisión Europea.