4. Los gastos públicos
Son aquellos que realiza el sector público de un país. Su análisis lo hacemos siguiendo tres criterios: económico (cómo se gasta), funcional (en qué se gasta) y orgánico (quién gasta).
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En primer lugar, según el criterio económico (cómo se gasta), podemos hablar de:
- Gastos corrientes: son los gastos destinados a proporcionar a la sociedad los bienes y servicios públicos (sanidad, educación, justicia, etcétera), así como a gestionar y administrar todas las funciones del sector público. La partida más importante de este concepto es el pago de los salarios de funcionarios, pero también se incluyen las compras de bienes y servicios para realizar sus funciones. Así, por ejemplo, se incluyen aquí también los folios que hay en un instituto o los medicamentos de un hospital.
- Gastos de inversión: son los destinados a adquirir las infraestructuras en las que poder desarrollar los bienes y servicios públicos (como la construcción de un hospital, de un museo o de un nuevo centro para la tercera edad), pero también sirven para mantener y ampliar la capacidad productiva de un país (como por ejemplo las carreteras, los aeropuertos, las instalaciones para la gestión de residuos o las infraestructuras básicas para la construcción de un polígono industrial).
- Transferencias y subvenciones: una transferencia o subvención es un pago sin contraprestación directa. Las primeras las reciben personas físicas (por ejemplo, las prestaciones por desempleo o las pensiones) y las segundas las empresas (como las que se obtienen por la contratación de trabajadores).
Actividad
Las transferencias son pagos que realiza el sector público sin una contraprestación directa. Una beca para matricularse en la universidad, por ejemplo, es un ejemplo de transferencia, pero también lo son las prestaciones por desempleo, por baja laboral o el pago de las pensiones. Pensarás que en estos últimos casos sí ha podido haber contraprestación, ya que se han realizado pagos anteriores (las cotizaciones sociales). No obstante, aunque con esas cotizaciones se adquiere el derecho a la percepción futura de las prestaciones sociales, no se consideran contraprestaciones directas.
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propia.
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Imagen 16. Autor: Desconocido. Todos los derechos reservados. |
En segundo lugar, según el criterio funcional (en qué se gasta), nos podemos encontrar con:
- Gasto social: es el gasto más cuantioso, y está originado por el pago de las pensiones, subsidios por desempleo, ayuda asistencial, etcétera.
- Gasto sanitario: construcción y mantenimiento de hospitales, así como gasto en medicamentos.
- Servicios generales: gestión de los servicios públicos y pago a funcionarios no incluidos en otros epígrafes.
- Gasto en educación: todo lo relacionado con el sistema educativo, como centros escolares, mobiliario, material didáctico, salarios de profesores, etcétera.
- Gasto de políticas sectoriales e inversión pública: infraestructuras públicas como carreteras y apoyo a determinados sectores (agricultura, industria, comercio, turismo, etcétera).
- Seguridad Nacional y Defensa: mantenimiento de fuerzas armadas, policía, bomberos, justicia y protección civil.
- Gastos culturales y recreativos: museos, parques públicos, instalaciones deportivas, etcétera.
- Vivienda y servicios comunitarios: promoción de viviendas de protección oficial, suministro de agua, recogida de basura, etcétera.
- Protección del medioambiente: programas de sensibilización, mejora de la gestión de residuos, etcétera.
- I+D+i: fomento de la innovación a través de las universidades o de proyectos conjuntos con empresas y otros organismos.
Pre-conocimiento
Se entiende por Estado de Bienestar el sistema de redistribución de
recursos que hace referencia a la intervención del sector público para garantizar la
igualdad de oportunidades y erradicar la exclusión social. Los pilares básicos de este sistema son la seguridad social (prestaciones y asistencia social, pensiones y sanidad) y los servicios públicos (como la educación) para intentar asegurar necesidades básicas de forma universal y una mejor calidad de vida de todas las personas. En nuestro país recientemente se ha aprobado la Ley de Dependencia, que supone otra pieza importante para la ayuda a colectivos con necesidades como ancianos o personas con discapacidades físicas o mentales.
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Y por último, según el criterio orgánico (quién gasta), tendríamos una clasificación del gasto en función de los agentes que hemos visto en el punto 2.2.
Dicha clasificación nos daría información sobre el porcentaje de gasto que acumula cada uno de los niveles de la administración pública.
- Existiría una primera clasificación diferenciando lo que gasta la Administración Central, la Seguridad Social y la Administración Territorial.
- También podríamos realizar un análisis más desagregado, separando los distintos componentes de la administración central. Ello nos serviría para comprobar que el grueso del gasto se canaliza a través del Estado, teniendo en cuenta que parte del gasto de la Administración Central son transferencias dirigidas a Comunidades Autónomas o Entidades Locales para que realicen ellas directamente el gasto.