2.2. Anabolismo
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Imágenes de animación bajo licencia Creative Commons. Vegetación, autor: Salugral Adriana; cloroplasto, autor:Sterilgutassistentin
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Las células realizan multitud de procesos anabólicos, por ejemplo, ya hemos visto como en los ribosomas se sintetizan proteínas a partir de aminoácidos. No obstante, el proceso anabólico más representativo es la fotosíntesis.
La fotosíntesis es un proceso químico por el que plantas, algas y muchas bacterias son capaces de captar la energía luminosa y transformarla en energía química (ATP). Ésta es utilizada para sintetizar compuestos orgánicos (glucosa) a partir de inorgánicos (agua, dióxido de carbono y sales minerales)
En las células eucariotas existen orgánulos especializados en este proceso: los cloroplastos. El trabajo en su interior se divide en dos fases:
* Fase luminosa. En ella se utiliza la energía luminosa para obtener ATP y descomponer la molécula de agua en hidrógeno y oxígeno. El primero se unirá al dióxido de carbono en la siguiente fase, el oxígeno no tiene utilidad en el proceso y se libera al exterior.
La molécula responsable de canalizar la energía luminosa e iniciar estas reacciones es la clorofila.
* Fase oscura. En ella se utiliza el ATP e hidrógeno obtenido en la fase anterior para reducir la molécula de CO2 y así formar glucosa
Las reacciones de la fotosíntesis se resumen en la siguiente ecuación:
Fuente imagen NASA de dominio público |
La presencia de
clorofila se puede medir por sistemas de teledetección, que informan
sobre la distribución de la producción primaria en vegetales, incluidas
las oscilaciones estacionales y las fluctuaciones interanuales. De esta
forma, la medición de la clorofila ayuda a la investigación del cambio
climático y ecológico a escala global.
La medición se hace aprovechando que la clorofila absorbe energía solar
de longitud de onda del espectro visible (azul, violeta y rojo) y
refleja el resto (verde y amarillo). La radiación emitida es captada por
los sensores de los satélites.
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