2. Fósiles


Imágenes de animación bajo licencia de Creative Commons. Sala con dinosaurio; Tronco petrificado, autor:Moondigger; Coprolito, autor:Wilson44691 ; Galería (IFSTIC); Pisada

Recibe el nombre de fósil toda huella de actividad vital, ya sea de animal o planta, que haya llegado hasta nosotros procedente de tiempos pasados de la historia de la Tierra. Por huella no sólo se entiende partes del cuerpo fosilizadas sino también pisadas, excrementos, galerías...

La mayoría de organismos que han habitado y habitan la Tierra no han existido desde el principio, sino que han surgido por evolución a lo largo de la historia geológica. De igual forma, muchos de ellos ya han desaparecido (extinguido) quedando cómo única señal su "huella" fósil.

La paleontología es la ciencia encargada de su estudio y gracias a ella conocemos en qué periodo de tiempo han aparecido y extinguido cada especie fósil.

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Un fósil es todo resto de un organismo o de su actividad que vivió en el pasado.

 


El estudio de los fósiles es de sumo interés ya que permite conocer cómo ha ido evolucionando la vida. Además, son elementos que arrojan multitud de información sobre el terreno en que se encuentran. Por ejemplo, su edad, medio ambiente, etc..

Para poder correlacionar rocas de diferentes lugares y así completar y ordenar los sucesos históricos para tener una escala del tiempo geológico se utilizan los estratos que poseen fósiles.

No todos los fósiles pueden ser utilizados para hacer correlaciones y solamente los que se consideran fósiles guía pueden ser utilizados debido a que cumplen una serie de criterios como son:

  • Son fósiles de los que existen un gran número de ejemplares es decir son fósiles abundantes en el registro fósil.
  • Son fósiles que fosilizan bien lo que les permite ser fácilmente identificables.
  • Se localizan en la mayor parte del planeta, es decir poseen una amplia dispersión geográfica.
  • Han vivido en un estrecho margen de tiempo lo que les hace ser característicos de un periodo concreto.
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Muestra Imagen Ammonites
Ammonites
Muestra Imagen Ave
Ave
Muestra Imagen Mamífero
Mamífero
Muestra Imagen Anfibio
Anfibio
Muestra Imagen Trilobites
Trilobites

Si has observado la galería superior, por regla general los restos que de seres vivos que encontramos fosilizados se corresponden con las partes duras, no conservándose por regla general los tejidos y órganos blandos del mismo que se destruyen rápidamente. Por eso solo han llegado hasta nuestros días las conchas, caparazones, huesos, entre otras estructuras.

El proceso de formación de un fósil se denomina fosilización. Este proceso supone una serie de transformaciones químicas que producen una sustitución de los compuestos orgánicos por compuestos minerales. Pero para que esto tenga lugar han tenido que suceder varios fenómenos:

* Tiene que haber una acumulación de organismos en un lugar determinado. En este proceso de acumulación intervienen factores biológicos, climáticos y geológicos.

* Los restos de estos organismos han de sufrir un enterramiento rápido para evitar su fragmentación o transporte por las corrientes de agua. Esto se produce si la acumulación ha tenido lugar en un área con sedimentación importante. En este proceso prosigue la selección iniciada anteriormente.

* Por último, se produce la fosilización propiamente dicha con la sustitución de las partes duras del organismo por sustancias minerales proceso que se hace de forma muy lenta. La transformación depende de la composición química del hueso o concha, y de la del sedimento que lo contiene, si esta combinación es favorable, la sustitución se realizará molécula a molécula, durante un largo, muy largo período de tiempo, hasta que el organismo esté completamente mineralizado, es decir, convertido en piedra. Las sustancias en las que se transforma son variadas destacando el carbonato cálcico, óxido de hierro, fosfato cálcico, pirita, ámbar y carbón.


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La forma de fosilización es similar para todos los seres vivos que poseen partes duras en su anatomía. Salvo casos excepcionales es muy difícil que fosilicen partes blandas. Solamente ocurre en animales conservados en hielo como los mamuts de Siberia o los insectos aprisionados en el ámbar.

Imagen 4. Fuente desconocida bajo licencia Creative Commons.